Hoy se dictó el fallo en el que la banda Callejeros y ex funcionarios públicos fueron sentenciados a cumplir la condena en prisión. Es un tema muy delicado que venimos tratando en la Argentina, pero no es más delicado que muchos otros temas que tratamos a diario.

Particularmente, y con esto no quiero ofender a nadie, me parece bien que los musicos reciban una condena, ya que ellos fueron personajes activos en el episodio y no por ser la banda que tocaba, sino porque recibían un porcentaje de las entradas del local, lo cual los hace participes del triste hecho. Si los funcionarios públicos no cumplieron su labor es otro tema, esas personas deberían cumplir una condena aún más severa, pero no es la idea hablar sobre las cuestiones del deber de los funcionarios públicos, lo que quiero tratar es el rol de la banda y como es que muchas personas no quieren ver que ellos fueron participes del hecho.

Yo entiendo muy bien que el público de callejeros es en su mayoría joven, en plena etapa de rebeldía, no conozco mucho sus letras, pero las pocas que escuche siempre son desafiantes al sistema y no del buen modo, no son una banda que se haya caracterizado por marcar una lucha social, entonces me pregunto el porqué de la queja de sus fans, yo entiendo que si les gustaba la banda se sientan ultrajados por el fallo, pero no se está condenando a la música como exclaman por todos lados, se está condenando la participación de un grupo de personas en un trágico hecho que dejo nada menos que 194 personas muertas, aunque el número no importa sea una sola o mil es lo mismo, sigue siendo un acto negligente.

La música no se condenó jamás, eso ya paso hace años en Argentina y no volverá a pasar, pero me parece que lo único que vemos con esta lucha que pone “la música no mata” es la polarización de un evento que es netamente político, porque nadie se apoya en los hechos para hablar, sino en que son un grupo de jóvenes que tenían una banda y un sueño, como puede tener tu hijo una banda y querer ser famoso, pero ninguno de los que defiende esta bandera se pone a pensar que también tu hijo podría haber sido una de las víctimas, no de la banda, sino de los lugares donde las bandas tocan, de la corrupción, de todo este sistema viciado.

Lo que quiero remarcar con esto es la capacidad moral de las personas, si uno como banda va a tocar a algún lugar, antes ve el lugar, sabe las condiciones en la que está todo y muy por adelantado sabe si se toca en un antro o no, creo que cualquier integrante de la banda podría haber dicho que no se tocaba porque ese lugar era un desastre, pero no,  la banda si eligió tocar y las consecuencias fueron terribles, la estigmatización de callejeros me parece algo fuera de lugar, porque fue justo a ellos que les toco pasar por eso, pero si hubiese sido una banda que no conoce nadie, la gente hubiese protestado tanto para defenderlos? Harían marchas que digan “libertad a pepito” “la música no mata”. No tenemos autocritica y nos movemos para donde sopla el viento, y vuelvo a repetir sobre la polarización de este tema, porque ahora salió Carlotto a decir “si ellos van presos yo voy con ellos” ella, quien defiende los derechos humanos (en teoría), que esta aliada al gobierno nacional y popular.

Yo creo que no hay que ser estúpido y no creerse el cuento que nos están vendiendo, la banda no es culpable, la música no es culpable, lo son las personas, aquellas que a pesar de todas las advertencias de que todo iba a salir mal siguieron adelante. Yo entiendo que no son el Indio Solari, Soda Stereo, etc, que para sus shows podían mover enormidad de personal y cubrían todos los aspectos de seguridad, que ellos lo hacían solo por el dinero, porque de eso vivían, pero si uno acepta dinero es parte del negocio, porque con el pretexto que exponen los defensores de callejeros todas las personas que recibieron coimas no deberían ir presos, solo los que entregaron el dinero, y si no vamos a ser objetivos con nuestras opiniones mejor hay que reservárselas, porque no sirve de nada tener una opinión parcial de un tema, tenemos que tener autocritica, hay que asumir cuando uno falla o cuando no tiene razón, porque vivimos así, siempre nosotros siendo los que estamos en lo correcto y el otro no, no importa el precio que se pague, siempre y cuando a nosotros no nos afecte.