Vamos a cualquier país alardeando que somos Argentinos, que nos robamos sus mujeres porque hablamos lindo, los gastamos con el futbol, y aun así todavía no entiendo como es que salimos vivos de todas esas ocaciones.

Pero si, todos esos "Argentinos" que están orgullosos de su país, esos que se las saben todas, están en bolas en el suyo, consumidos por la novedad, por la oferta barata de información, que no hace mas que condicionar al ser humano a un ser pensado.

Acá en la tierra que se habla sobre la libertad de expresión, que tanto se repudia la represión, somos artífices de todo eso que odiamos, y digo odiamos porque algunos si de verdad lo hacemos.

Esta tierra rica llena de gente rica es la que se cae a pedazos, y en la necedad de ser Argentinos culpamos al otro siempre, la culpa jamas es propia, o es del gobierno, o del vago del vecino.

Nosotros que nos quejamos de los corruptos, que nos roban, de los políticos que nos mienten, pero que compramos una película trucha a la salida del super, los que nos quejamos de que no se valora el arte y nos bajamos un disco por internet, los que nos jactamos todo el tiempo de lo magnifico que es nuestro país pero no hacemos nada desinteresadamente por el, los que repudiamos, como dije, a la represión y discriminamos libremente a todos, por putos, por pobres, por lo que fuere, siempre hay una excusa, siempre estamos mirando del escalón de arriba.

Pero todo eso no esta tan mal, podes ser un pelotudo, todos lo somos, es muy normal serlo, el problema esta en que los pelotudos se quejan de lo que no hacen, obligando a a terceros a hacerlo, justificando estúpidamente que la culpa es del sistema, pero no se da cuenta que ellos son el sistema.

Miro con asombro en estos días como a la gente le importa tan poco todo, mas allá de que sea época electoral, esto es siempre así.

Si los oficialistas hacen algo la oposición los denuncia, entonces el oficialismo revela alguna estupidez de la oposición, pero es así, se guardan la información para usarla cuando sea conveniente, para quitarse la soga del cuello, para que la gente se aburra de la verdad, que se crean el circo y se dividan, que no tengan la capacidad de pensar, sino de estar todos dominados por el gran hermano, todos asintiendo con la cabeza al palabrerío barato que ofrecen los medios.

La verdad esta callada, ahí, en una esquina, como el mendigo que pide limosna en la calle, todos saben que esta ahí, pero nadie se hace cargo de que este ahí.

Escucho todos los días hablar de que hay que cambiar, de que esto no puede seguir, que se tiene que acabar esto de estar mal.

Y de nuevo volvemos a lo mismo, le dejamos la obligación a otro, a un "presidente" el nos tiene que cambiar, no nosotros como sociedad, somos tan pelotudos que nos creemos que una persona puede mas que 40 millones, que el cambio viene con una voleta.

Me da pena que la gente sea tan ciega, que no sepa el poder que tiene, que cambiar las políticas de un país es poder exigir lo que elegiste, somos el pueblo, el pueblo elige, el pueblo manda, pero no en Argentina, acá nos creemos el cuento de que somos geniales y los mejores en todos. Y cuando alguien de otro país nos pregunta como es que nos va tan mal si somos un país que es tan rico en todo, nos enojamos, respondemos con odio, pero no nos damos cuenta que esa respuesta es la del que no piensa, a lo que nos acostumbraron acá, que si alguien dice algo hiriente hay que atacar, aunque sea la verdad, se ataca, sin fundamentos propios, se ataca por bruto, como se enoja un ignorante cuando lo critican.

Esto es en lo que nos hemos convertido, en una sociedad que ni siquiera obra por el progreso de si misma, sino en contra de ella, que exige a ladrones que generen un cambio, mientras desde nuestras casas miramos la peli trucha que no paga impuestos mientras buscamos la manera de ganar mas guita cagando al "sistema".